¿Qué es el gesto arquitectónico? Una pregunta sencilla, fácil y con una respuesta corta, pero en este escrito vamos a estar desmembrando tantos detalles sean posibles de esta. El gesto es una acción con cierta gracia, se podría decir, que nos permite expresarnos de una manera no verbal. Cuando hablamos del gesto arquitectónico no funciona de una manera demasiado diferente, sobre todo, cuando el arquitecto proyecta su obra a escala real.
El gesto arquitectónico es una de las bases principales de la arquitectura. Este hacer referencia a la funcionalidad de la pieza mas, a su vez, a la expresividad de la misma. Esto quiere decir que una pieza no necesariamente debe ser solo funcional (al contrario de lo que muchos piensan), pero tampoco debe ser solo bella. El gesto arquitectónico se trata del balance entre estos conceptos. ¿Cómo se crea este balance?
Ken Yeang es uno de los que ha logrado este balance de una manera casi inaudita. El arquitecto malasio nació en 1948 en Penang, Malasia y fue estudiando en AA (Architectural Association) Londres, donde comenzó a cuestionarse qué constituía las características de una arquitectura ecológicamente responsable. En una entrevista que concedió a Desing e Squared el Dr. Yeang dijo: “El viento, la lluvia y el sol, para la mente de la mayoría de los arquitectos, son el enemigo. Pero ¿y si los edificios pudieran responder y utilizar las condiciones de su entorno? ¿y si el propio ambiente urbano se convirtiera en un organismo vivo que respira?” Y fue con esta línea de pensamiento con la que creó un diseño bioclimático que es capaz de ser autosostenible y funcional sin restarle belleza estética.
La Biblioteca Nacional de Singapur tiene, además, un balance entre la tecnología y los recursos ambientales y/o naturales ofrecidos por su entorno. Esto se logró debido a que Yeang decidió experimentar con su trabajo, jugar con sus elementos. Este decidió dejar a un lado los sistemas tradicionales e implementar sistemas que cuidaran de su entorno. Por ejemplo, Ken utilizo un tipo de vidrio de sombra automático, reduciendo así el resplandor que puede llegar a haber en una habitación y a su vez, el consumo de energía. Aparte de esto, tomo la decisión de hacer que las escaleras se detengan automáticamente mientras este en desuso, por la misma razón, producir el menor consumo de energía posible. La transparencia de la estructura misma tiene un propósito. Yeang no creo paredes planas, si no que coloco en su diseño “light shelves” que permiten la entrada de luz natural, reduciendo así la necesidad de la artificial y, por consiguiente, el consumo de energía.
En síntesis, el gesto arquitectónico es una base fundamental en la arquitectura. Ken Yeang nos muestra como una estructura puede, no solo beneficiar a los humanos, si no que a su vez puede beneficiar a las plantas, animales y a su entorno en general. Igualmente, el gesto arquitectónico ayuda a crear obras espectaculares, no solo a nivel estético, si no que a su vez permite el que tenga una funcionalidad y expresividad con cierto balance. Es el gesto mismo el que le da un propósito al proyecto, poniendo de primero las necesidades que se deben cubrir con este y luego, sin restarle importancia, el cómo hacer que el diseño sea eficiente y aporte positivamente a su entorno.
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